"Si en la Primera Escuela se enseñara a Raciocinar, habría menos embrollones en la Sociedad, empachados de silogismos salen los jóvenes de los Colegios a vomitar Paralojismos, por las tertulias, de ahí vienen los sofismas, que pasan por razones, en el trato común y llegan hasta ser razones de Estado en los Gabinetes ministeriales"
SIMÓN RODRIGUEZ

martes, 8 de marzo de 2011

LA “ESCUELA SOCIAL”

SOBRE EL PROYECTO DE EDUCACIÓN POPULAR

Los que suponen á Bolívar intenciones hostiles contra la Libertad, no saben TAL VEZ lo que ha hecho por asegurarla. El que pretende reinar no trata de elevar al Pueblo a su Dignidad, no trata de enseñar para que lo conozcan, no trata de dar fuerzas para que le resistan. El Plan de Educación Popular, de destinación a ejercicios útiles y de aspiración fundada á la propiedad lo mandó a ejecutar Bolívar en Chuquisaca.

Expidió un decreto para que se recojiesen los niños pobres de ambos sexos… nó en Casas de misericordia á hilar por cuenta del Estado –nó en Conventos á rogar a Dios por sus bienhechores –nó en Cárceles á purgar la miseria ó los vicios de sus padres –nó en Hospicios, a pasar sus primeros años aprendiendo a servir, para merecer la preferencia de ser vendidos, a los que buscan criados fieles o esposas inocentes.

Los niños se habían de recoger en casas cómodas y aseadas, con piezas destinadas á talleres, y éstos surtidos de instrumentos, y dirijidos por buenos Maestros. Los varones debían aprender los tres oficios principales, Albañilería, Carpintería y Herrería, porque con tierras, maderas y metales se hacen las cosas más necesarias, y porque las operaciones de las artes mecánicas secundarias, dependen del conocimiento de las primeras. Las hembras aprendían los oficios propios de su sexo, considerando sus fuerzas –se quitaban, por consiguiente, á los hombres, muchos ejercicios que usurpan a las mujeres.

Todos debían estar decentemente alojados, vestidos, alimentados, curados y recibir instrucción moral, social y relijiosa. Tenían, fuera de los maestros de cada oficio, a jentes que cuidaban de sus personas y velaban sobre la conducta, y un Director que trazaba el plan de operaciones y lo hacía ejecutar.

Se daba ocupación á los padres de los niños recojidos, si tenían fuerzas para trabajar; y si eran inválidos se les socorría por cuenta de sus hijos; con eso se ahorraba la creación de una casa para pobres ociosos, y se daba á los niños una lección práctica sobre uno de sus principales deberes.

El Capital empleado en estos gastos era productivo, porque se llevaban cuentas particulares con los niños –al fin del quinquenio se cargaban á los existentes, á prorata, los gastos ocasionados por los muertos é inválidos –y al salir del aprendizaje cada joven reconocía una deuda al fondo y pagaba 5% hasta haberla amortizado –De este fondo se sacaba con qué auxiliar, socorrer y amparar á los miembros de aquella sociedad, por corporaciones, después de establecidos. Sólo el amparo era una carga –por auxilio y por el socorro pagaban interés al fondo.

El Fondo para gastos de establecimiento se creó, por la 1era vez, reuniendo bajo una sola administración, en cada departamento, varias fundaciones, unas destinadas a cosas inútiles y otras mal aplicadas. No se obedeció a la VOLUNTAD DEL TESTADOR, 1ero porque si su alma hubiese estado en ese mundo, habría aprobado (sin duda) el nuevo destino que se daba al caudal que dejó a rédito, para vivir con descanso en la otra vida: 2do porque los vivos de estos tiempos, mejor instruidos que los de los pasados, ya no creen deber consultar sus negocios con los difuntos.

Tanto los alumnos, como sus padres, gozaban de libertad, ni los niños eran frailes ni los viejos presidiarios –el día lo pasaban ocupados y por la noche se retiraban á sus casas, excepto los que querían quedarse.

En cada Departamento de la República debía haber un establecimiento igual –no había número determinado, y todos entraban voluntarios. En menos de 4 meses reunió la casa de Chuquisaca más de 200 niños, cerca de 50 pobres, y 20 jóvenes de diferentes partes que aprendían para propagar la instrucción en otras ciudades. A la salida del Director para Cochabamba, dejó una lista de cerca de 700 niños pretendientes á los primeros lugares que se diesen.

La intensión no era (como se pensó) llenar al país de artesanos rivales ó miserables, sino instruir, y acostumbrar al trabajo, para hacer hombre útiles –asignarles tierras y auxiliarlos en su establecimiento…era colonizar el país con sus propios habitantes. Se daba instrucción y oficio á las mujeres para que no se prostituyesen por necesidad, ni hiciesen del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia.

Bolívar puso un Director, y le asignó 6000 pesos (para gastos, nó para su bolsillo) y le encargó al mismo tiempo la Dirección de minas, de caminos y otros ramos económicos. El Director mantenía 7 jóvenes supernumerarios, llevaba correspondencia con todos los Departamentos, conservaba las cabalgaduras necesarias para sus viajes, y sostenía –otros gastos a favor de la empresa, con la asignación que se le había hecho.

Sería largo entrar en más detalles –ahora se estaría viendo el resultado; pero todos los proyectos experimentan desgracias en su ejecución, especialmente los buenos…¡EL DIRECTOR SALIÓ MALO!

Prescindiendo de la herejía, del ateísmo, de la impiedad, del francmasonismo, de la inmoralidad, del libertinaje y de otras gracias de que están adornados los sabios á la moderna…en el curso de sus trabajos descubrió varias habilidades –Una semana la tomaba por jugar á los dados de día, y á los naipes de noche, y cuando le faltaban tercios jugaba solo. –Otra, por demoler escaleras, abrir puertas y ventanas, para poner en comunicación los niños con las niñas…¿Cuál sería su intención? un canónigo las descubrió; pero no las quiso decir sino al Gobierno en secreto –Otra, daba en la manía de vestir de nuevo a los que llegaban desnudos –Otra, se entretenía en destruir templos y emplear las maderas en muebles para sus salones –Otra, en entresacar como un Sultán, cholas doncellas para su servicio, y en cada semana destinaba dos días para sustraer dinero de las cajas públicas y enviarlo a su tierra (más de dos millones puso en salvamento para su retirada) –Era pródigo, tramposo, no iba a misa, no hacía caso de los truenos, vivía en mal estado, no sabía la historia ni hablaba latín.

Continuamente ocupado en proyectos, á cual más ridículos: por tres de ellos se pueden inferir los demás. 1er Quería que no hubiese sino un solo seminario en la Capital, dirijido por tres Rectores (¡quién ha visto tres Rectores!) bajo la inspección del Arzobispo, y que allí acudiesen jóvenes de todos los Departamentos, en número determinado; para impedir (decía) que por puerta de cada catedral, entrasen clérigos á docenas, y se llenase la iglesia de jente desconocida -2do. que pretendía que todos los ministros del altar debían ser sabios, y tener una decente subsistencia: que siendo las rentas, de que gozan hoy, desproporcionadas con lo que necesitan gastar para subsistir, debían rescindirse los contratos enfitéuticos y arrendar las fincas a precios corrientes -3ero. Pretendía que el Gobierno no debía distinguir á los hijos por padres, en la Educación Nacional.

Denunciado por sus vicios y ridiculeces, se le despreció como merecía y el Gobierno lo declaró por Loco –mandó a echar á la calle los niños, porque los más eran cholos, ladrones los machos, y putas las hembras (según informe de sujeto mui respetable, que á la sazón era Prefecto del Departamento) –Se aplicó el dinero á la fundación de una casa para viejos –á reedificar un Colejio para enseñar ciencias y artes á los hijos de la jente decente –á establecer la escuela Lancaster para la jente menuda –á la construcción de un mercado –y de otras cosas que hacen el lustre de las naciones cultas (según parecer del Secretario de la Prefectura).

Bolívar (decían varios sujetos principales) por acomodar á su hombre le dio una importancia que no tenía…”¡Valiente Director de Minas!…que no cree en los CRIADEROS DE PLATA por la virtud de LOS ANTIMONIOS (antimonios en plural)”

Cuando se empezó a hablar de tal Director, y á tratarlo de Us. y otros de V.E. varias personas ilustradas creyeron encontrarse con un hombre de baja estatura –sin pescuezo- calvo hasta el cogote, con cuatro pelos torcidos en coleta –los muslos escondidos bajo la barriga- piernas cortas y delgadas, terminadas por grandes pies, envueltos en zapatos de paño, con hebillas de oro –caja de polvo, rosario en faltriquera, rezador limosnero, gran recitador de historia, engastando sus frases en versos clásicos, y escupiendo latinajos á cada momento –saludando a gritos desde lejos y apretando ambas manos al llegar –riéndose de cuanto decía en presencia, y en ausencia…de cuanto le habían dicho. Por otra parte las personas timoratas se figuraban que el director debía ser alto, seco, cejudo, taciturno, muy sabio, muy grave, muy santo y muy su sucio…

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